BiografĂ­a Marleni

Retorno a casa hacia una vida Sagrada

Un Centro Ancestral Sagrado en el CorazĂłn de los Andes

Soy hija de la Pachamama, nacida en Huancayo, Junín, con antepasados de Puno, Pukina. Crecí en Cusco, viviendo la vida típica de una niña cusqueña. Mis padres hablaban quechua y aymara. Como niña criada en la ciudad, estas ceremonias me resultaban desconocidas y familiares a la vez. Mi madre, quien poseía dones espirituales, me susurraba: «No quiero que la gente sepa que trabajo con plantas medicinales porque podrían llamarme bruja».

A pesar de no hablar inglés ni conocer a nadie en Estados Unidos, en 2005 obtuve mi tarjeta de residencia permanente (Green Card) a través de una lotería que había solicitado años antes. Mi propósito al emigrar era cursar una segunda maestría en negocios internacionales, ya que había recibido una educación regular en negocios.

En 2007, regresé a Cusco con mi pareja y visitamos Machu Picchu. Un nativo nos dijo que tendríamos dos hijos y, durante una ceremonia con hojas de coca y cristales, nos dio cuatro cuarzos. En 2012, me licencié como psicoterapeuta clínica, especializándome en trauma transgeneracional y personal y también tuvimos la bendición de traer a la vida a nuestros dos Hijos Maryoli y Clyde En 2015, mi pareja y yo regresamos a Cusco con nuestros gemelos; una vez allí, realizamos una ceremonia para devolver los cuarzos como ofrenda al Apu Machu Picchu.

En 2016, sentí un fuerte llamado a regresar a casa y construir un centro de sanación. Buscamos la guía de mi Apu Wanakauri para conseguir tierras con agua, y en 2017 y los espíritus nos guiaron a la Laguna de Huaypo, Qollana Alta, Maras, Urubamba y el Valle Sagrado, donde encontramos tierras frente al Apu Wanakauri y la Laguna de Huaypo,. En 2020, falleció mi querida madre Yolanda. Debido a la COVID-19, no pude viajar, pero a través de un inmenso dolor, también experimenté el amor, la trascendencia y el despertar espiritual.

En 2021, me embarqué en un viaje de montaña de 14 días en Cusco, Qeros y Antipukara, donde recibí poderosos regalos y activaciones de los espíritus de la montaña y la Pachamama. En febrero de 2022, viajamos a Egipto donde mi esencia ancestral me guio para hacer mi labor en la esfinge durante mi labor planetaria.

En noviembre de 2022, participé en la segunda fase del trabajo planetario en Argentina, donde conocí a ancianos de Argentina, Colombia e Indonesia. Sentí un profundo sentido de pertenencia. Mi hermano Raul del pueblo Comechingon me pidió compartir el mensaje que recibí en mis sueños y así fue como empezó mi servicio global. como Los guías espirituales Madre y Padre me proporcionaron recursos y formaron un equipo y así conocí a Chakaruna durante una ceremonia de ayahuasca en Apu Wanakaury.